En esta ocasión aprovechamos los festejos de los 45 años de la fundación de nuestra revista para conmemorar a los que le dieron vida y a los muchos que la han mantenido e impulsado a lograr lo que actualmente es. Hagamos un poco de historia…
En 1964, “por un acuerdo entre la Escuela Nacional de Ciencias Políticas y el Centro de Cálculo Electrónico de la UNAM, con la finalidad de reunir a profesores y estudiantes interesados en el desarrollo de investigaciones empíricas sobre la realidad social”,1 se crea el Centro de Estudios del Desarrollo (CED), dirigido por el profesor Ricardo Pozas Arciniega.
A finales de los años sesenta, la Sociología se reafirmaba como una disciplina importante, crítica, generadora y difusora de ideas que el CED aprovechó muy bien para invitar a investigadores y alumnos a escribir sobre problemas concretos de la realidad nacional, ya que éste se organizaba en unidades de estudio de dedicadas a la investigación empírica. Así, con el trabajo colegiado, se conformó un acervo de estudios empíricos y bibliográficos, por lo que se consideró oportuno idear un espacio que diera difusión a los avances o resultados de las investigaciones que realizaban profesores y alumnos. Fue así que en 1969 se publica la primera época de Acta Sociológica , fundada por el maestro Ricardo Pozas Arciniega, la cual mantendría como objetivo primordial “ser una publicación dedicada a presentar periódicamente estudios empíricos”.
En esta primer época se publicaron seis números a los que se les llamó “Serie”, con los siguientes temas: “La ciudad”; “Promoción social”; “Los indígenas”; “La industria obrera textil”; “La industria eléctrica y el nacionalismo”, y “La industria, surgimiento del sindicalismo electricista”.
Dentro del contexto académico nacional es importante destacar que, en la década de los setenta, la Sociología como disciplina logra su institucionalización con la creación de diversos centros de estudios, como el Centro de Estudios Sociológicos del Colegio de México, la fundación de la Universidad Autónoma Metropolitana, las ENEP Aragón y Acatlán, así como otros planteles universitarios en los estados que incluyeron la carrera de Sociología dentro de su oferta educativa.
La revista interrumpió su publicación en 1979 y resurgió, después de nueve años, en la denominada “nueva época” (1987); en ese entonces estaba al frente de la dirección de la Facultad el doctor Carlos Sirvent.
La revista, en su línea editorial, destacaba el interés por las temáticas centrales y novedosas de entonces, con la reflexión y análisis de los problemas teóricos y prácticos de la disciplina, trabajos desarrollados por académicos tanto de la Facultad como de colaboradores externos. Entre las características de los artículos publicados en esos números destacan ya la exposición y desarrollo de materiales producto de investigaciones. También se incluyen traducciones de textos relevantes para la sociología y reseñas de libros de reciente publicación.
Para darle mayor realce a los hechos de la presente época, incluimos, después de los artículos, en la sección sobre los “45 años de Acta Sociológica”, un espléndido relato de la doctora Gilda Waldman, profesorainvestigadora de tiempo completo de la FCPyS.
A partir de 1990 la publicación de la revista ha sido constante y sigue fortaleciéndose como un espacio de estudio de temas referidos a la disciplina y, por extensión, al campo de las ciencias sociales y humanas, que comparten sus reflexiones sobre la teoría y la práctica.
Llevados por este relato histórico sobre el quehacer de nuestra publicación y por el contenido de este ejemplar, decidimos bautizarlo con la frase “Teoría en práctica”, pues representa adecuadamente lo que ustedes leerán sobre las reflexiones y trabajos de investigación que presentan nuestros articulistas que elaboran sus escritos retomando a autores como Goffman, Bourdieu, Elias, Foucault, Pereyra, Gramsci, Blau, entre otros.
Así, Jorge Galindo entreteje los conceptos acuñados por el sociólogo Erving Goffman, destacando el concepto de interacción, presentándonos una reflexión de su uso metodológico. Matiza la interacción como contingencia, como ámbito de agencia y que la sociología de lo infinitamente pequeño no es poca cosa. Como segundo artículo, Adriana García, reflexiona “El amor como problema sociológico”, realizando una distinción entre los abordajes que se han elaborado sobre el tema, y propone una agenda de investigación a futuro.
En el artículo “Expertos en ́violencia policiaĺ. La producción de conocimiento en la Argentina entre las organizaciones de la sociedad civil y la gestión pública estatal”, Gabriela Seghezzo, investigadora del Instituto Gino Germani de Argentina, usando diversas coordenadas teóricometodológicas que se valen de los aportes de Foucault, estudia cuál es el juego de la función-sujeto que se despliega en los enunciados académicos que se organizan en torno a la violencia policial. En seguida, Jaime Ortega presenta algunas ideas principales que desarrolló Carlos Pereyra a propósito de problemas de la política, el Estado y del Estado mexicano en el marco de la coyuntura de los años sesenta y la recepción de la obra de Antonio Gramsci.
Para finalizar la sección de artículos, Daniel Manchinelly presenta los resultados de su investigación empírica donde utiliza las opiniones de los alumnos de la licenciatura en Ciencias de la Comunicación sobre las divisiones sociales que advierten al interior de su comunidad, elaborando lo que él llama “tipos construidos” que articulan y describen estas posiciones sociales.
En los siguientes números seguiremos relatando este andar por los caminos de la construcción del conocimiento sociológico a través de las experiencias que se han tenido en esta importante revista de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM, que celebra sus 45 años de existencia.
1. Colmenero, Sergio (1991), Historia, presencia y conciencia (Facultad de Ciencias Políticas y Sociales 1951-1991) , FCPyS-UNAM, México, p. 86.
Published on 31/03/17
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