The following article addresses the objectification and instrumentalization of women through advertisements, advocating new critical ways of looking. For this, a comparative proposal of advertisements in the dictatorships and later democracy of Romania and Spain is made. In this way, a perspective is generated that, regardless of their differences, shows how patriarchy and its distribution of roles spread in both countries and a critical awareness is stimulated to transform the subordinate position of women in the family sphere. economic, social, political, cultural and historical.
Key words: Ads, advertising, Bilingual Sections, feminism, patriarchy.
A poco que se trace una aproximación interdisciplinar sobre los medios de comunicación como creadores, reflectores y transmisores de un imaginario social, se aprecia su capacidad para representar modelos de mujer.
Entendiendo el género y la sexualidad como construcciones culturales e históricas que implican relaciones de poder asimétricas los medios de comunicación presentan una oportunidad para adentrarse en los modelos de mujer que permanecen, así como la formación del hombre y la mujer como consumidores de textos. Ante la consideración de Berger del producto mediático “como agente de validación de ciertos modos de ver o entender lo que nos rodea” resulta especialmente importante permitir una crítica sobre los sentidos y usos sociales asociados a estas categorías. Un análisis de las imágenes actuales sustentadas en la sociedad, como puede ser la icónica y canonizada Barbie, no sólo revela una tradición patriarcal, sino que también transmite toda una violencia simbólica.
De igual modo, entendiendo lo femenino como construcción, en la representación de estereotipos mediáticos se puede generar un «sexismo ambivalente» (Bosch y Ferrer, 2002: 209) que se mueve entre otras dos construcciones, a saber: «sexismo benevolente» o moderno (con el paternalismo protector y la diferenciación complementaria de género) versus «sexismo hostil». Tal y como subraya María José Gámez (2003), el problema de fondo es el legado de una forma de mirar y representar a las mujeres, ampliamente discriminatorio. Conforme a esta realidad, numerosas autoras han insistido en la necesidad de establecer pensamientos y prácticas que trabajen críticamente las imágenes que forman la realidad, con el fin de mostrar el dominio y la explotación del mundo por parte de las narrativas visuales oficiales. En los últimos años han proliferado los análisis que combaten el patriarcado y sus modelos sexistas y que han trazado el entramado de violencia simbólica, económica, institucional, etc. que sustenta el sexismo contra las mujeres, así como el proceso de su articulación a través de la historia de las representaciones culturales. Así, por ejemplo, Fernández Polanco (2007) ha defendido la necesidad de pensar críticamente las representaciones visuales como narrativas que siendo oficiales "cubren" el mundo de la imagen al aplicar su visión monopolista de la realidad. Se trataría, tal y como ha apuntado Didi-Huberman (2010), de restaurar nuestra percepción al mismo tiempo que se resignifica la importancia de la experiencia estética.
Ciertamente, en la educación se han implementado experiencias vinculadas a la necesidad de aprender a mirar desde una perspectiva crítica con los medios de comunicación, como instrumentos portadores de mensajes desde un comunicador hasta un vasto auditorio. Sin embargo, a pesar de que el imaginario social construido desde la representatividad de los medios no empieza y acaba en el cine, lo cierto es que estas prácticas han tendido a centrarse en él. De esta forma, por lo general, cuando se lleva a cabo una práctica no solo se tiende a obviar la crítica de los textos no visuales, obviando medios como la radio o la prensa, sino que, en la priorización del cine como medio sobre el que sustentar prácticas de crítica visual, se ha menoscabado la televisión, internet y hasta la propia publicidad. Este desajuste, probablemente generado ante la imposibilidad de análisis estructurales por cuestiones de tiempo y programación, evidencia la falta de prácticas que se adecuen a la modificación del medio y los hábitos de consumo de contenidos por las nuevas generaciones. Y es en los anuncios, ante su capacidad para ejercitar una organización de los sexos y representar su papel donde más se evidencia la necesidad de priorizar los enfoques críticos.
Por otra parte, una alfabetización mediática como capacidad para interpretar el lenguaje visual a través de la lectura de imágenes, requiere de una aplicación práctica (Aguaded, Gutiérrez y Díaz, 2015) que fomente lecturas críticas por parte del profesorado y del alumnado. Bajo esta perspectiva, el siguiente artículo recoge una propuesta práctica conforme a las necesidades que se creen, perduran en el aula, con el fin de ayudar a una alfabetización mediática en educadores y educados, mediante perspectivas críticas y capacitación para elaborar actividades. En este sentido, se es consciente de que la didáctica de las ciencias sociales se ha ido abriendo lenta, pero paulatinamente hacia la necesidad de afianzar nuevas formas de mirar, apreciar y tomar conciencia histórica para acabar por transformar nuestra concepción del mundo, presente y pasado. Bajo esta realidad, la actividad surge como necesidad conocer la temporalización de nuestras ideas y las de nuestro entorno, nuestra cultura y lo maleable de la misma en su historicidad permite formar una ciudadanía capaz de superar el yugo intelectual que supone toda frontera o límite y revertirlo, mediante la capacidad de reflexión espacial y temporal que separa dos realidades.
De esta forma, dado que el propósito fundamental de todo diseño curricular es seleccionar lo más significativo, lo que añade más valor a la sociedad y al conocimiento personal para poder centrarse en ello, es evidente que la perspectiva de género debe incluirse en las asignaturas de ciencias sociales no solo de manera transversal, sino temática. Una perspectiva que en la percepción de nuestro espacio y del ajeno, en el pasado y el presente, puede valerse de modelos comparativos como ejes de análisis factible y necesario en las ciencias sociales.
La propuesta se basa en una experiencia realizada en el Liceo Cervantes de Bucarest, vinculado al programa de secciones bilingües de los países de la Europa del Este del MEC, si bien ha sido llevada a cabo en otros formatos y dentro del mismo programa en el Instituto Tömörkény István Gimnázium de Szeged (Hungría), así como en Zaragoza en el colegio María Auxiliadora.
Precisamente, en el programa referido la concreción del currículo tiende a ser un cúmulo enciclopédico recogido por diversos manuales, los primeros publicados fueron llevados a cabo por profesores de ese mismo programa (uno de Historia –Recorrido- y otro de Geografía –Geografía de España- cuya primera edición es del 2007 y 2008 respectivamente), con el fin de paliar en parte, la falta de concreción curricular con la que se encuentra el profesorado español al llegar a su centro de destino. Partimos de la necesidad de integrar esta perspectiva de género en el currículo, pudiendo vertebrarse en la asignatura de Cultura y Civilización, que en el caso de Rumanía –en la actualidad con diez Secciones Bilingües integradas en institutos de enseñanza secundaria del país- se configura en Historia en décimo (lo que equivaldría a 4º de la ESO), undécimo y duodécimo (bachillerato) a razón de una hora semanal y que tiende a presentar modelos parecidos en el resto de países de Europa del Este que mantienen secciones bilingües de España. En cualquier caso, se trata de una actividad susceptible de ser realizada en los últimos años de la ESO, ya sea en Ciudadanía, Valores Éticos, Ciencias Sociales y Lengua y Literatura y sirve como modelo extrapolable a otros países1.
La práctica pretende comparar diversos anuncios estáticos a lo largo del tiempo entre España y Rumanía al entender que el patriarcado no se suscribe a espacios y tiempos determinados, sino que supuso una perspectiva globalizadora. Perspectiva que, a pesar de los logros evidentes del feminismo, se prolonga en el presente y, por tanto, permite una comprensión del pasado y una crítica a sus nuevos modelos. Respecto a la selección de soportes visuales frente a audiovisuales, esta se hace al haber advertido en los estudiantes mayores dificultades analíticas en estos formatos. En cualquier caso, aunque los estudiantes se sienten más capacitados para analizar textos de imágenes dinámicas–desde spots publicitarios a filmes- y evidencian mayor resorte acrítico con las imágenes estáticas, dado que siguen experimentando importantes carencias analíticas sobre el lenguaje cinematográfico se mantiene un uso complementario de recursos de video marketing.
En cuanto a la contextualización, hay que aclarar que para poder realizar una práctica de este tipo es necesario haber dado previamente las características básicas del franquismo y de la transición democrática. En este sentido, en su vertiente comparativa y siguiendo la estela de autores que hace ya décadas vieron sus posibilidades en el campo educativo, se aprecia su función para captar la naturaleza del movimiento histórico y la confrontación de sucesivos estados sociales (Aróstegui 1995: 310).
Previamente a la puesta en práctica, merece la pena precisar algunos aspectos sobre la idiosincrasia del profesor español que acude por primera vez a impartir clases en el programa de secciones bilingües de los países del este. Generalmente, el profesorado tiende a percibir rápidamente, cómo en Rumanía -de igual modo que en ciertos Estados que constituyen la denominada “Europa del Este”- el patriarcado se percibe más si cabe que en Europa Occidental. Así lo constata ante el dimorfismo sexual que por lo general presentan hombres y mujeres de cierta edad y que responde en esencia a un patrón misógino por el que la mujer queda reducida a un mero objeto de deseo, siendo imperativo su culto al cuerpo, en oposición al hombre, que en ocasiones llega a hacer ostentación de su obesidad, especialmente en la “cultura Manele”2. Sin embargo, también existen algunos aspectos de avance de género que tienden a pasar desapercibidos por el profesorado que acude a las secciones bilingües. Así, por ejemplo, el aborto se legalizó desde la anulación del Decreto 770 de 1966 el 26 de diciembre de 1989, mientras que España no llegaría hasta el 2010. De igual modo, es muy positivo que el profesorado se acerque a la lucha de las mujeres de Europa del Este en general y a las de Rumanía en particular que se negaron a dar un paso atrás en materia de sus derechos reproductivos y económicos. Así, por ejemplo, es el caso de Alexandrina Cantacuzino (1876-1944), una de las primeras mujeres en luchar por el sufragio femenino en Rumanía, conseguido por primera vez en 1939, mientras que Ana Pauker (1893-1960) abogó por un modelo de mujer política, trabajadora y activista durante la administración de Gheorghe Gheorghiu-Dej.
Por otra parte, previamente a la sesión, es aconsejable que se realicen una serie de actividades para testar conocimientos, opiniones y perspectivas críticas del alumnado en comunicación visual y género. Así, en nuestro caso, en una sesión previa se preguntó a los estudiantes que conocían sobre el feminismo y si consideraban que la igualdad estaba ya consumada. En esta sesión previa se apreciaron una serie de prejuicios sobre el feminismo y la igualdad, por lo que se optó por reforzar la historia del feminismo de manera transversal en la asignatura de Historia de España a la par que se realizaron diversos análisis de género a través obras de arte.
En cuanto a la necesidad de aprender a mirar, se fomentó de manera voluntaria la realización de ejercicios en los que el alumno seleccionaba en su casa algún anuncio, film o telefilm, serie, dibujos y/o programas televisivos y posteriormente ejercía una perspectiva crítica conforme a una serie de preguntas guiadas vinculadas a reflexionar sobre qué y cómo aparece representado: ¿Hay personajes femeninos protagonistas o son secundarios? ¿Cómo aparecen? ¿Se muestra deseo por alguno de los personajes? (Si es así por quién) ¿Quién lleva el peso de la acción? ¿Cuáles son los fines de los personajes principales? ...etc.
En la introducción, hemos sostenido la necesidad de apoyar la enseñanza en imágenes, con el fin de dotar de significación los contenidos. Siguiendo los postulados de Díaz (2009), la presente propuesta usa la imagen ante su posibilidad de interrelacionarse con la cultura y el pensamiento que se desea transmitir. El planteamiento se hace como invitación al estudiante de mantener una perspectiva estructuralista y constructivista para, partiendo de sus conocimientos, promover una mejora de su posicionamiento crítico-ideológico.
La puesta en práctica se basará, en esencia, en el análisis de imágenes publicitarias del comunismo y de la democracia rumana, para ser comparadas con otras imágenes en la España franquista y la democrática. Se realiza mediante una doble vertiente, práctica y teórica, con trabajo individual y colectivo.
Con el fin de partir de lo cercano a lo lejano, se comienza por analizar anuncios contemporáneos al estudiante (democracia rumana). Posteriormente, con el fin de fomentar comparaciones y conclusiones, se retrocede en el tiempo para situarnos en el comunismo rumano y el franquismo, para terminar con la democracia española. Se considera que este esquema facilita el estudio de paralelismos en los modelos de artificios de mujer construidos por ambos regímenes.
Analizar una crítica a los spots publicitarios que aparecen en los medios de comunicación
Visibilizar y reconocer estereotipos y roles sexistas hombre-mujer
Comprender el patriarcado como una estructura ideológica cuyo discurso se plasma en todo tipo de textos y concienciar de la necesidad de lecturas críticas
Trabajo comparativo sobre imágenes de publicidad estática, en diversos países y en distintos tiempos
Preferiblemente dos sesiones
Breve presentación de la actividad explicando los pasos que vamos a llevar. Se pregunta a los alumnos los estereotipos y roles de género que permanecen en la sociedad
Análisis de un anuncio por el profesorado
Análisis de dos anuncios por los alumnos
Análisis en pequeños grupos de 4 o 5 estudiantes, de anuncios publicitarios por parte del alumnado contraponiendo épocas y espacios (3 o 4 imágenes por grupo). Para ello el profesor entregará una serie de fichas que indican el cómo realizarlos
Presentación de los anuncios analizados por el alumnado al resto de la clase. (Al menos, se escogerán tres de distintos espacios y tiempos)
Conclusiones finales. (Trabajo individual) Cómo los roles y estereotipos de género han evolucionado y, por tanto, perduran y cómo el patriarcado una perspectiva icónica de la mujer, con mayor o menor fuerza conforme a tiempos y espacios.
Se configura un cuadro de oposición mujer versus hombre. Primeramente, observaremos el tipo de producto y si el anuncio va dirigido especialmente para uno de los dos sexos. Posteriormente, nos centramos en la figura de la mujer:
- Actitud: activa o pasiva
- Físico: estándares de belleza conforme a un canon impuesto: alta, “guapa” y delgada, posición y ropa
- Espacio: Laboral o Doméstico (del latín domesticus "relativo a la casa", compuesta por domus (casa) de donde también proviene mayordomo). Se trata de todo un proceso de “domesticación de la mujer”
- Cosificación de la mujer: presentación como objeto sexual en vinculación a productos para hombres
Preguntas para dirigir el análisis: ¿Hacia qué público se dirige y quién y cómo aparece en él? ¿El anunció se basa en roles de género tradicionales (espacio doméstico) o juega con el deseo? ¿Mantiene imágenes de dominación física, psíquica o social (trabajo-economía)? ¿Los espacios de poder y toma de decisiones se vinculan al hombre o a la mujer?
(1) Esto incluiría a las catorce secciones bilingües de Bulgaria, las siete de Eslovaquia, las siete de Hungría, las seis de Checoslovaquia, las dieciséis de Polonia, las ocho de Rusia y la de Turquía, todas ellas inscritas en institutos de las respectivas nacionalidades.
(2) Estilo de música balcánico derivado principalmente de estilos orientales y turcos, que tienden a presentar a un varón rodeado de mujeres. Se trata de una música extendida en Rumanía, pero también por el resto de los Balcanes, especialmente en Bulgaria (chalga), Serbia (turbo-folk), Albania (tallava) y algunas zonas de Turquía.
Figura 1. Unde dai, creste. Petrece mai mult timp in bucatarie! (Donde das crece. Pasa mucho más tiempo en la cocina).
La imagen responde a una campaña para estimular el consumo de productos rumanos, (en este caso la harina Baneasa). En él se relaciona un producto cotidiano de la cocina con el deseo sexual. Espacio doméstico y deseo bajo el patrón patriarcal, en el que además se “juega” de manera perversa con la acción de golpear.
Figura 2. “Printeaza pe ce vrei tu” (Imprime lo que quieras).
Se trata de un anuncio publicitado en numerosas áreas concurridas de todo el país hacia el 2012-2013. La imagen muestra a una mujer joven que aparentemente está desnuda y estampada con colores, contorneada con la boca abierta y ojos semiabiertos, a modo de producto cosificado puesto en un escaparate. La mujer, como objeto de deseo, deviene propiedad del hombre, disponible a la venta del mejor postor.
Figura 3: Anuncios del programa Pe bune (Te lo juro).
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La imagen publicita el programa Pe bune (2012) y muestra al presentador sorteado por un grupo de mujeres masificadas, desnudas o con lencería. Frente a la impersonalidad con la que se presentan las figuras femeninas, el presentados se muestra de frente, vestido y sentado sobre ellas, recurriendo en su conjunto a una violencia estética que, en suma, nos hace reflexionar sobre cómo se ha encorsetado el concepto de la mujer como “producto fabricado” por y para el hombre.
En su conjunto, las imágenes propuestas evidencian cómo la publicidad sigue perpetuando estereotipos negativos y discriminatorios hacia la mujer, tanto la dirigida a la mujer, en cuanto alienta al “cuerpo perfecto” del imaginario patriarcado y su sumisión de “objeto deseado”, como a los hombres al controlar y canonizar el cuerpo representado y reducirlo a su condición sexual, a modo de mercancía sexualmente explotable. Se trata de domesticar a la mujer en la construcción unívoca de estereotipos femeninos.
Figura 4. Cusutil divine o plăcere și o pasiune (Coser se convierte en un placer y una pasión).
Anuncio aparecido en la Revista “Femeia”, (1971). La revista en cuestión publicó su primer número en 1876 contribuyendo a una reeducación de la mujer conforme a los estereotipos patriarcales.
La imagen responde a un anuncio realizado durante el comunismo en el que, a excepción del acuerdo otorgado del derecho al voto (por la ley electoral de 1946), la mujer queda subordinada al sistema patriarcal tanto en el ámbito privado como en el público. Relegada a un segundo plano, los anuncios la vinculan a tareas dentro del espacio doméstico, ya fueran de coser, cocinar o limpiar, así como a educar a los más pequeños. Estos aspectos fueron potenciados desde el aparato propagandístico el cual, en contraste con el periodo posterior, mantuvo una censura férrea sobre cualquier tipo de contenido erótico, pero también ideológico. En aras de dar una visión más amplia de la censura se puede introducir al alumnado al documental Chuck Norris vs. Communism (2014, Ilinca Calugareanu) el cual muestra cómo Irina Nistor dobló al rumano centenares de filmes norteamericanos prohibidos por el régimen, poniendo voz a todos y cada uno de los personajes, para luego copiarlos en cintas VHS y distribuirlos clandestinamente. Películas de todo tipo, desde Scarface, Rocky, Conan o Dirty Dancing hasta del propio Chuck Norris, como advierte el título del documental.
En España también aparecen revistas para reeducar a las mujeres y redirigirlas al espacio doméstico y reducirlas a madres y esposas recatadas. Pero quizá el ejemplo más paradigmático de discriminación hacia el sexo femenino lo supuso Guía de la buena esposa (1953) un breve libro atribuido a Pilar Primo de Rivera que configura una serie de consejos para ser una “buena esposa”: sumisión, complacencia y anteponer los intereses del varón frente a los propios. Debido a cuestión de espacio y tiempo se opta por elegir algunas especialmente significativas:
Figura 5: Guía de la buena esposa. Portada (la mujer parece condenada a permanecer encerrada en la cocina y a tener que disfrutar de ello).
Figura 6: Ten lista la cena.
Nuevamente se presenta a la mujer confinada al espacio doméstico y la pretendida complacencia de la mujer a su actitud sumisa y servil ante su marido.
Figura 7: ¡Luce hermosa!
“La esclavitud de la belleza”. La mujer deber estar guapa para su marido y no para ella. En el canon de belleza impuesto llama la atención lo meticuloso de las especificaciones, desde el pelo hasta el maquillaje.
Figura 8: Minimiza el Ruido.
La mujer sin voz. La imagen de una mujer pidiendo silencio, como lo hiciera Bernarda Alba o como sugería el título de la obra de Luís Martín-Santos Tiempos de silencio (1962). Un tiempo de silencio concretado especialmente en la mujer.
Otros anuncios:
Figura 9: Soberano: ¡Es cosa de hombres! González Byass.
Bajo el sello del brandy Soberano, la bebida alcohólica es acompañada de una mujer joven que parece ser «cosa de hombres». Para enfatizarlo las secuencias de los spots publicitarios se intercalaban con una canción que repetía el eslogan del producto. Este tipo de imágenes continuarían plasmándose en los años setenta llegando a perdurar en la democracia.
- España: transición y democracia.
El cambio político perpetúo nuevos estereotipos conforme a la coyuntura. Así, se advierte una evolución de contenido más sexistas en relación con las nuevas tendencias icónicas. La mujer deviene un “producto de consumo” en el marco en el que proliferaron producciones de alto contenido erótico, mayoritariamente de escasa calidad y mínimo coste. Es el denominado “cine de destape aparecido tras la supresión oficial de la censura franquista con la muerte del dictador y que bajo la excusa de una narrativa, por lo general pobre, mostraba constantes desnudos femeninos3.
Figura 10: Anuncio publicado en la revista Athletic Club (1971).
Figura 11: Imagen del Calendario Fournier (1981) “Soberano es cosa de hombres”.
La mujer se presenta insinuante ofreciendo su copa al varón.
Figura 12: Anuncio de MadieMarkt “Verás las mejores delanteras del mundo” (2014). “Un año calentando el ambiente” (2006).
Las imágenes responden a la campaña lanzada por la compañía Media Markt para vender televisores antes de la celebración de La Copa Mundial de la FIFA (Alemania 2006 y Brasil 2014). Mientras que la de Alemania muestra las piernas abiertas de una mujer y a tres hombres mirándolas, uno de ellos señalando sus genitales, la otra presenta a dos chicas con camisetas de tirantes ajustadas con los colores del equipo de Brasil. Aunque en el primer caso el Gobierno Vasco impuso una sanción de 6.000 euros por publicidad sexista (2006) con la consecuente retirada de la campaña, por lo general este tipo de campañas publicitarias tenía consecuencias positivas para la empresa. En este sentido, cabe mencionar que la mujer se ha ido empoderando de su cuerpo y así, el Observatorio de la imagen de las mujeres ha visto incrementada el número de quejas ciudadanas o de colectivos sociales. Otras marcas han sido precursores en representar a mujeres reales (“Dove”), mientras que otros lo siguen perpetuando (Victoria's Secret).
Finalmente, a modo de evaluación se puede llevar un último análisis sobre otra imagen de “la Guía de la buena esposa” u otro anuncio o vídeo de los propuestos en el Anexo.
En nuestro trabajo hemos partido de la importancia de la imagen a la hora de educar, apoyándonos en la teoría cognitiva de Bruner, el modelo icónico para representar la realidad determinada y su perspectiva simbólica especialmente en cuestiones de género (Guilar 2009).
Cabe destacar que, en general, los resultados de autoevaluación tienden a ser altamente positivos. En la temporización, se aprecia positivamente la ruptura del orden diacrónico para comenzar por lo más cercano al alumno y generar comparaciones. Los resultados nos permiten concluir que el alumno pudo advertir cómo en ambos países predominaban anuncios con mujeres recatadas vinculadas al espacio doméstico conforme al reduccionismo madre-esposa. Junto a estos, en aparente paradoja aparece el modelo de mujer virgen, esto es, subyugada a la presión moral conservadora de la sociedad, sobre la que caerá precisamente el peso y la responsabilidad de la misma. El estudiante aprecia como en ambos regímenes la familia y la maternidad fueron los principales factores utilizados para estructurar la identidad femenina y la progresiva cosificación del cuerpo de la mujer, la falta de ejercicio cívico y el "antifeminismo preventivo" como actitud de limitar su participación en el ámbito profesional, público y político. Posteriormente, con la llegada del capitalismo se aprecia el cambio de estereotipo de mujer, ahora instrumentalizada y cosificada como objeto de deseo, evidenciando la capacidad del capital en “fabricar mundos” (Lazzarato, 2006).
(3) Si bien, desde principios de los setenta ya se habían rodado varios filmes en los que sus protagonistas femeninas quedaban reducidas a una función erótica, como El monumento (José María Forqué, 1970), Lo verde empieza en los Pirineos (Vicente Escrivá, 1973), Doctor, me gustan los mujeres, ¿es grave? (Tito Fernández, 1973), la gran ola del destape llegaría con la transición. En cuanto al triunfo comercial del denominado "landismo", en relación con filmes protagonizados por Alfredo Landa desde 1969 hasta 1978, tendían a ser de comedia de situación y enredo seudoeróticas, herederos de la revista, cuyo ejemplo más paradigmátciolo constituye la exitosa No desearás al vecino del quinto (Tito Fernández, 1970).
Es consabido que las causas de la desigualdad de género son numerosas y derivan de situaciones o elementos diversos en los que destaca la atribución de roles, la perpetuación de ciertas creencias sobre los roles masculino y femenino, la forma de informar de los medios de comunicación y la desigualdad en el trabajo. Sin embargo, quizá el mayor baluarte sea la perspectiva acrítica, y por ende cómplice con esta realidad y es precisamente en esta carencia en la que este tipo trabajos pretenden incidir.
Por su parte, es fundamental que entienda que la comparación no debe servir para generar controversias políticas, sino para enfatizar cómo el patriarcado se reproduce de manera estructural, ya sea desde la enfatización de una biopolítica utópica, especialmente con respecto a la reproducción, hasta los nuevos modelos de reducción y sometimiento de la mujer a través de la cosificación de esta. Igualmente, en aras de poder realizar una mayor contextualización, es conveniente que el docente conozca la legislación y la presión social que padeció la mujer. Debe pues estudiar cómo la moral reaccionaria impuesta en Rumanía provocó que se generaran purgas políticas y se bloqueara el ascenso de mujeres divorciadas o que mantenían relaciones extramatrimoniales, para seguir el recorrido de estos prejuicios, incrementado con la política natalista que acabó con los avances de la igualdad laboral y familiar entre sexos y los logros del neomalthusianismo en políticas de control de la fecundidad. En efecto, cuando en 1966 el descenso de la fecundidad en Rumanía pasó a ser interpretado como una catástrofe nacional, el aborto gratuito y la producción e importación de nuevos anticonceptivos pasaron a ser perseguidos. El Decreto 770/1966 abolió el aborto excepto en situaciones excepcionales tales como que la madre estuviera en peligro de muerte, tuviera más de 45 años o que su embarazo fuera por violación o incesto. El estado rumano necesitaba de nuevos fieles seguidores y el propio Ceausescu se puso como ejemplo al provenir de una familia con 10 hijos, si bien él y su mujer Elena no alcanzaron la media de los cuatro hijos deseados, quedándose en tres. Esta política llegó a su cénit cuando en 1973, el presidente redefinió el papel y el estatus de la mujer reduciéndola a la maternidad. Así, en la reunión plenaria del Comité Central del Partido Comunista Rumano, declaró que “el mayor honor para las mujeres es dar a luz, dar vida y criar hijos. No puede haber nada más caro para una mujer que ser madre” (Viorica, Floare, y Bancilă, 2012: 113). A su vez, el control de la natalidad alcanzó un mayor nivel de aberración en la década de los ochenta, con los constantes chequeos ginecológicos periódicos, la imposición de una tasa de licenciatura para las personas solteras y penalizaciones para las mujeres solteras con más de 25 años y parejas casadas sin niños. De esta forma la política natalista se acompañó de todo un márquetin cultural y didáctico e incluía premios con la “medalla de la maternidad” a las madres con 5 y 6 hijos, entre 7 y 9 hijos, la “orden de la gloria materna” y el título de “mamă eroină” para las madres de 10 hijos (Galán Armero, 2015: 3768). De esta forma, las mujeres rumanas pasaban a ser productivas -mano de obra en las fábricas- y reproductivas - parturientas en casa, mientras morían al abortar en la clandestinidad y se señalaba a las solteras y a las casadas sin hijos. La procreación ya no era una decisión personal, sino un deber patriótico y, por ende, el aborto “un crimen contra el estado” (Galán Armero 2015: 3774). En este contexto no es de extrañar que la generación que nació durante este período, especialmente entre 1966 y 1972, fuera apodada decreţei, “los del decreto” y que, ante las políticas de natalidad tuviran que soportar convivir con unos servicios públicos abarrotados (Pop Eleches, 2010: p. 973). En consecuencia, y al margen de ciertos avances logrados bajo el modelo de la citada Ana Pauker como el consentimiento de realizar adopciones, tendió a perdurar una perspectiva tradicional de la mujer perpetuándose una ambivalencia entre un supuesto modelo constructivo de mujer (madre de familia) y su antagónico destructivo (mujer sin hijos, soltera o divorciada)
Este modelo también se perpetuaría en España, abalado con la prohibición del divorció, eliminando la Ley del Divorcio de la II República había aprobado en 1932 e impidiendo dicha posibilidad hasta la nueva ley de 1981. De manera paralela ocurriría con el aborto, que había sido legalizado en Cataluña en 1936, permitiéndose dicha práctica durante las 12 primeras semanas de embarazo y despenalizado en el conjunto del territorio español durante el gobierno presidido por Francisco Largo Caballero. Así, durante el franquismo quedaría prohibido, perdurando en la democracia hasta el 2010, si bien, anteriormente la regulación de la Ley Orgánica 9/1985 había introducido la despenalización en distintos casos. Hasta entonces, el artículo 416 del Código Penal castigaba con arresto mayor a todos aquellos que indicaran, vendieran, anunciaran, suministraran o divulgaran cualquier medio o procedimiento facilitador del aborto o en contra de la procreación, permitiendo solo una reducción de condena en caso de alegar una posible deshonra para la familia (Manuel Ortiz Heras, 2006: 3).
Bajo este marco, la educación sexual devino un anatema. En España, en el artículo 26 del Concordato firmado con el Vaticano (1953) se pautaba que en todos los centros docentes la enseñanza debía ajustarse a los principios del dogma y de la moral católica. Igualmente, en la Rumanía comunista la única manera de encontrar alguna información sobre la sexualidad era en libros de medicina. Esta perspectiva, vinculada a las políticas de natalidad ejercida en ambos países hizo que la educación sexual, así como los consejos sobre cómo evitar embarazos, brillara por su ausencia y, cuando se daba en privado, por lo general, la información que se brindaba era incorrecta.
Por su parte, en la perspectiva laboral, los avances de la II República se troncaron en el franquismo en el que se relegó a la mujer del empleo formal como si la convivencia laboral entre hombres y mujeres pudiera suponer una fuente de problemas y riesgos innecesarios. Esta situación obligó a muchas mujeres a trabajar en la economía sumergida y solo conforme el avance de la coyuntura económica empezaron a visibilizarse en el mercado laboral en “profesiones feminizadas” conforme a la perspectiva patriarcal imperante, tales como limpiadora, enfermera, profesora o vinculadas a las manufacturas de alimentos, ropa o calzado. Solo en los años setenta, con el aumento de la tasa de crecimiento económico, algunas pocas empezarían a vincularse al sector terciario. Por su parte, en Rumanía, la mujer sí que podría trabajar, si bien los puestos con mayor ejercicio de poder tenderían a estar vinculados al hombre.
Finalmente, en cuento al aparato ideológico y a la moralidad que permitió la conversión al modelo “mujer virgen”, receptáculo del amor y la vida mediante el control de su cuerpo y actitudes, se impuso una percepción desde la actitud a la apariencia, incluyendo una conveniencia de ir “adecuadamente vestida” (mangas largas o hasta el codo, sin escotes y faldas holgadas) para impedir concentrar atenciones indebidas. De igual modo, se censuraban modelos que pudieran identificarse con cierto individualismo, modernización o independencia. Así, por ejemplo, en Rumanía estaba mal considerado que una mujer fumara por la calle, ante el riesgo de ser increpada, cuando no, estigmatizada por la comunidad. Por su parte, en España, esta coarción alcanzó un mayor grado con el beneplácito y la implicación de la Iglesia, activa defensora de las estrechas pautas de moralidad pública, la perpetuación de pureza y la decencia formal como referentes imprescindibles. De esta forma, la hermana del fundador de Falange, Pilar Primo de Rivera, encabezaría el organismo encargado de asumir la organización y reeducación de las mujeres a través de la Sección Femenina, ejerciendo su hegemonia como único órgano femenino de encuadramiento y acción durante la dictadura. Así, conscientes de la relevancia de la mujer para conformar su pensamiento de sus vástagos, se la adoctrinaba en la ideología del régimen bajo una moral ultraconservadora que buscaba enclaustrarla bajo una supuesta dignificación del trabajo –obiavemente, no remunerado- de ama de casa. Así, la ”trilogía nazi de las tres K” niños, hogar, iglesia (Kinder, Küche, Kirche) se ejercería el sometimiento femenino. Una realidad conformada entrono al ideario del nacionalcatolicismo, entendido como unión estrecha entre la política y la religión en el nuevo Estado (Casanova, 2001), contundente con la mujer al entender que era un ser inferior espiritual e intelectualmente, hecho que justificaría su expulsión de su dimensión social y política para reducirla a madre y ama de casa. En suma, se trataba de convertirla en una ciudadana sin pleno derecho a ejercerlo, de tal forma que debía tener permiso de un hombre para sacar el DNI, abrir una cuenta bancaria o tener propiedades a su nombre.
Trabajos como el presente interpelan a la necesidad de que el sistema educativo apueste por aprender y enseñar a mirar para preparar a docentes y estudiantes a un futuro lleno de cambios y transiciones. Sólo repensando contenidos y apostando por nuevas metodologías podremos adecuarnos a la sociedad actual en constante movimiento y redefinir el quehacer de la escuela a la hora de generar ciudadanos críticos y reflexivos con el mundo que les rodea.
La puesta en práctica de esta actividad siempre ha puesto de manifiesto la normalización de ciertos estereotipos, la ausencia de reflexión crítica de los anuncios actuales y el déficit de curiosidad histórica, al evidenciarse que, por lo general, los estudiantes, tanto rumanos como españoles, no solo desconocían la historia que sus madres y abuelas vivieron, sino que desconocían las que ellos vivían. En consecuencia, se hace necesario reforzar actividades que rompan el individualismo que limita nuestra curiosidad al yo, tendiendo lazos generacionales, así como fomentar una alfabetización crítica. Se trata, en suma, de poner de manifiesto que los diferentes escenarios en los que se producen y consumen los productos culturales para analizar las formas preestablecidas de socialización y la articulación que se les otorga conforme a los designios de una hegemonía predeterminada.
En este sentido, el trabajo acaba con el necesario planteamiento de las asimetrías que se siguen dando en las construcciones simbólicas e ideológicas, como resultado de la asignación de valores conforme al género, asignando prestigio a uno sobre otro y estableciendo relaciones de categoría y poder.
Por último, existe un tema paralelo que conviene abordar en esta práctica y que, si bien merece la pena llevarlo a cabo realizar una individual, se considera que puede y debe apuntarse en esta. Se trata de la política de represión que sufrieron los homosexuales en ambos países, ya que se oponía a sus políticas de natalidad de madres heroínas e incremento demográfico y al mismo tiempo, a los valores tradicionales y conservadores de moralidad de los que se hacía gala. Así, en Rumanía la homosexualidad fue prohibida en 1937 bajo el régimen autoritario de Carlos II y durante el período comunista, la criminalización de la homosexualidad en el Código Penal se preservó y fortaleció. Tal y como apunta Stychin (2003: p. 117) la homosexualidad se clasificó como delito grave contra el orden socialista de tal forma que el Código Penal de 1968 preveía que las relaciones sexuales entre personas del mismo sexo se castigaran con prisión de uno a cinco años. Saltando a nuestros días, tal y como se sabe, la sociedad rumana por lo general -al igual que en otros estados de Europa Oriental y Central- sigue manteniendo actitudes homófobas más que preocupantes a pesar de que para entrar a la Unión Europea tuvo que eliminar la homofobia de su legislación. En consecuencia, aunque las relaciones homosexuales se legalizaron en 1996, no sería hasta el 2000 cuando se eliminaron las leyes que perduraban contra la homosexualidad y se elaboraron nuevas contra la discriminación.
En cuanto a España, como se sabe, la ley de vagos y maleantes de la II República fue modificada el 15 de julio de 1954 para incluir la represión de los homosexuales, contra los cuales se adoptaron medidas de internamiento en instituciones especiales y, en todo caso, con absoluta separación de los demás. Sea como fuere, merece la pena incidir en que, a día de hoy, en general, las personas LGBT disfrutan de una gran aceptación en el país y la visibilidad del colectivo ha alcanzado espacios y profesiones anteriormente vedados como el ejército, la Guardia Civil o la judicatura. Una perspectiva que, al margen de la necesidad de avanzar en su aceptación en especial en ciertos sectores del deporte como el fútbol, el baloncesto o el mundo del motor, lo cierto es que, a grandes rasgos, puede servir de parangón frente a Rumanía, al ser un país que desde el 2005 aprueba el matrimonio entre personas del mismo sexo, convirtiéndose en el tercer país del mundo tras los Países Bajos y Bélgica y que mantiene una de las legislaciones más progresistas en cuanto a temas que afectan a la comunidad LGBT, como la adopción.
En suma, se considera que luchar por la igualdad implica no solo estudiar las desigualdades de género producidas a lo largo de la historia sino analizar los contextos que han permitido estas discriminaciones y actuar de manera crítica en los distintos niveles en los que nos movemos. En este sentido, la educación supone un arma muy poderosa para apreciar como históricamente se ha avanzado en la consecución de metas, pero también por seguir luchando por alcanzar la plena igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres que sigue sin existir en todos los estados y sociedades. Es evidente que, aunque se ha implementado y potenciado la necesidad de valores feministas y herramientas críticas en la sociedad, el cuerpo de la mujer se sigue usando como mercancía a modo de “objeto” dedicado al disfrute del hombre. Como se ha visto, esta cosificación u objetivación del cuerpo femenino normalizada por y para el patriarcado debe analizarse de manera amplia y estructural, para que el alumno vea su huella a lo largo del tiempo en todas las facetas de la sociedad y apreciar el entramado de violencia simbólica, económica e institucional, que sustenta y alimenta el sexismo contra las mujeres.
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Figura 13: Persil (1950) La muejr vinculada al espacio doméstico
Figura 14: Crema Rapide 1950.
Figura 15: En 1953, Alcoa Aluminium.
Figura 16: La publicidad del Mercado Lonja del Barranco de Sevilla. El "plan perfecto" para un hombre es que una mujer se beba cinco copas (2017). Fue considerado el peor anuncio del año en la edición de estos premios que eligen socios y simpatizantes de FACUA-Consumidores en Acción a través de la web FACUA.org/peorempresa.
Published on 01/01/2021
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