¿Qué es el pensamiento crítico? Según el sociólogo francés Loïc Wacquant, discípulo de Pierre Bourdieu, habría en “primer lugar, una acepción que podría denominarse kantiana, que designa, en la línea del pensamiento del filósofo de Königsberg, el examen evaluativo de las categorías y formas de conocimiento con el fin de determinar su validez y su valor cognitivos” (“Pensamiento crítico…”, 44), significado que asociamos con prácticas de la filosofía analítica. Pero, enseguida, el mismo Wacquant reconoce una segunda acepción que tiene raíces en la escuela marxiana: el “que se dirige con las armas de la razón hacia la realidad sociohistórica para sacar a la luz las formas ocultas de dominación y de explotación existentes” (44). Agregaría a estos dos sentidos de pensamiento crítico la aportación de la Deconstrucción, que se plantea el desmantelamiento del discurso, para señalar sus ocultos orígenes, sus aporías y la inestabilidad del lenguaje, todos ellos ejercicios que podrían considerarse dentro del marco de una acción crítica.

Si Deleuze y Guattari definen la filosofía como “el arte de formar, de inventar, de fabricar conceptos” (¿Qué es la filosofía?, 8), se tendría que hablar también de las apropiaciones que ocurren al ejercer el arte de filosofar y de una eterna discusión acerca de estas apropiaciones: ¿quién las dijo?, ¿en qué época?, ¿con qué intención, uso o finalidad? Si aquí planteamos una serie de sentidos para el concepto pensamiento crítico es porque nos interesa resignificarlo, oponer resistencia a los estudios cognitivos y hablar de una postura ante el conocimiento. Algo que tiene que ver mucho más con la pregunta nietzscheana de “¿qué es esto para mí?”, que con la búsqueda de una idea regulatoria de verdad.

Pensamos en esta pregunta en el marco de la práctica de la reflexión, en nuestro caso, académica. Sobre todo, para hablar del dossier de nuestro número de Acta Poetica, “Trazos de un pensamiento crítico”, dedicado al trabajo de investigadores y profesores que han terminado hace pocos años sus posgrados o están en proceso de hacerlo. Observaremos en sus textos la madurez propia de quien ha elegido ciertos caminos a seguir en el área de la filosofía del lenguaje, los estudios literarios y los estudios culturales, pero también la curiosidad y la apuesta por plantear nuevos problemas acerca de las ideas de autores canónicos, de intentar rebasar lugares comunes de la crítica y de hacer dialogar materias que no suelen articularse. Una posición crítica que resulta sumamente interesante, para no dar por clausurada la permanente discusión del pensamiento.

Dossier

Erika Lindig discute la idea de génesis en la teoría sobre el lenguaje de Willhelm von Humboldt en “Génesis del lenguaje en Humboldt”. Elige un conocido fragmento de este lingüista alemán de los siglos xviii y xix, de su obra Sobre la diversidad de la estructura del lenguaje humano y su influencia sobre el desarrollo espiritual de la humanidad. En sus breves líneas, Lindig identifica problemas cardinales de la filosofía del lenguaje: “El lenguaje mismo no es una obra acabada [Werke ] (érgon) sino una actividad (enérgeia )”, pero esta actividad se enfrenta al dilema de observar su estructura y a las vez su movimiento constante. Lindig nos señala: “el poder de la lengua, que desde innumerables generaciones ha ido conformando una visión del mundo, es tan grande, que el individuo histórico específico poco puede hacer para transformar dicha visión”. Es decir, el lenguaje se encuentra en constante movimiento, pero esta movilidad se encuentra limitada por la misma lengua.

Eugenio Santangelo en “Los detectives salvajes: figuras, cesuras, retornos” nos ofrece un análisis de una de las obras más conocidas del chileno Roberto Bolaño. La figura del detective se extiende tanto a la creación, como al juego de espejos que establece Bolaño con la cultura mexicana. Para Santangelo, el “movimiento escritural e inscripción de la lectura configuran así un continuo trabajo de búsqueda y escucha, un rodeo de voces y una pluralización de espejos. Si buscar quizás sea el verbo clave en el escritor chileno, la investigación del detective se hace infinita”. Santangelo asume esta tarea detectivesca para observar las relaciones entre el estridentismo y la figura elusiva de Cesárea Tinajero, objeto y brújula del viaje de los míticos Belano y Lima al desierto mexicano.

“Cuando los dioses son tiempo. Breve crítica a la temporalidad occidental” de Icnitl Ytzamat-ul Contreras García, articula la concepción del tiempo mexica-maya, con la imagen dialéctica de Walter Benjamin, para desmontar la idea lineal del devenir occidental y, con ello, también su visión de progreso y triunfo del hombre sobre la temporalidad. Dice Contreras García: “Comprender la concepción mexica-maya del tiempo arroja la posibilidad de ampliar nuestra esfera epistémica, ética, política […] asumir una constante crítica a la manera en el que nuestro propio devenir acontece”. Para este autor no se trata de un regreso imposible a las prácticas de estos pueblos originarios, pero sí de un acto de rememoración necesaria.

Javier Sigüenza cierra el dossier con el texto “El enigma de Walter Benjamin” en el que sigue las huellas del último texto conocido del pensador alemán, las Tesis sobre la historia. Se sabe que durante su huida hacia la frontera de Francia con España, Benjamin atesoraba una maleta, que nunca pudo recuperarse después de su suicidio en 1940. Sigüenza sigue la conjetura de que esa maleta contenía una versión más acabada de las Tesis. Su investigación también se despliega hacia diversos temas del pensamiento benjaminiano y otras curiosidades biográficas.

Varia

En esta sección, Juan Vadillo emprende el estudio de “El delirio frente a la razón en el Quijote”, encontrando en esta relación “estructura y desestructura la novela, generando el movimiento de las múltiples voces, que a su vez inventarán realidades y sueños”. Para el autor, la locura es una metáfora en donde se instala un entorno ideal, que discute constantemente con la realidad imperfecta e injusta.

Carmen Leñero desarrolla en extenso “El carácter intrínsecamente teatral del mito fáustico”. Para Leñero este mito es un acto ritual, que enfrenta a los mortales con el Mal y, por tanto, “remite a una imaginación que trabaja en una dimensión escénica interiorizada —es decir, una imaginación que se sitúa en un espacio material concreto, un aquí, que funcionará como espacio simbólico.”

La relación entre obra y biografía del autor del escritor japonés Yukio Mishima es una oportunidad para explorar el diálogo creativo y vital que se establece, en el artículo de José Ricardo Chaves, “Mishima, homosexualidad y esteticismo”. Chaves analiza los principios estéticos de este autor, enfrentado a su idea de tradición y su orientación sexual. Chaves rebasa la escandalosa muerte de Mishima para leer las paradojas de su complejo pensamiento.

Por su parte, Óscar Figueroa nos ofrece una luminosa lectura de Waiden de Henry David Thoreau en su artículo “Una esperanza matinal: las dimensiones de la luz en Waiden”. Esta obra de Thoreau reta a uno los lugares comunes con los que fue caracterizado el Romanticismo: el imaginario nocturno. Waiden, sostiene Figueroa, “es un libro peculiar en lo que tiene de común con las tendencias de su época” y, por eso mismo, ofrece la oportunidad de estudiar el elemento de la luz como una forma de resistencia, metáfora de esperanza en un mundo dominado por la oscuridad y la melancolía.

“Cuatro notas en torno a Garcilaso de la Vega de Manuel Altola-guirre” de Pablo Muñoz Cavarrubias entabla, a través del libro de Manuel Altolaguirre sobre Garcilaso de la Vega, la relación de dos épocas fundamentales para la poesía en lengua española: el Siglo de Oro y la Generación del 27 y, también, los puntos de encuentro entre Altolaguirre y Garcilaso de la Vega. Al respecto, menciona Muñoz Covarrubias: “Si bien el libro es la pretendida biografía de Garcilaso de la Vega, en realidad termina siendo un espacio privilegiado en el cual Altolaguirre elabora un texto que simultáneamente funciona como un interesante espejo. En dicho espejo, encontramos la imagen del poeta malagueño, la imagen viva del hombre que lo escribió”.

Aldo García Ávila en ‘“Donde tu hermosura se ensombra’: problemas morfosemánticos en el ‘Comentario vii ’, de Juan Gelman” apuesta por una conciliación entre los intereses de estudio de la lingüística y los estudios literarios, a partir de las herramientas de la descripción mor-fosintáctica. El estudio del poema de Juan Gelman resulta enriquece-dor en el marco del reciente fallecimiento del poeta argentino, porque nos permite observar la complejidad formal de su poesía. Como señala García Ávila, “en el presente trabajo se describen formal y semánticamente las licencias poéticas y arcaísmos que se encuentran en el poema ‘Comentario VII’, de Juan Gelman, esto es, aquellas que Juan Gelman acuña con una finalidad emotiva y poética, así como las palabras que han caído en desuso y se han revitalizado en su poesía”.

Notas y reseñas

En la sección de notas contamos con la colaboración de Emiliano Álvarez con “Algunas consideraciones sobre el ‘Laberinto endecasílabo’, de sor Juana Inés de la Cruz”, texto en el que muestra las posibilidades Iúdicas en el estricto análisis de la métrica. Por su parte, Diego Sheinbaum nos ofrece su lectura de Con el Diablo en el cuerpo de Esther Cohen.

Para finalizar este breve recorrido por los contenidos de nuestro número, no queremos dejar de mencionar el pequeño homenaje a Helena Beristáin, admirable colega y entrañable amiga, que nos dejó el pasado 5 de diciembre.

Referencias

  1. Deleuze and Guattari, 1993 Gilles Deleuze, Félix Guattari; ¿Qué es la filosofía?, Anagrama, Barcelona (1993), p. 8
  2. Wacquant, 2006 Loïc Wacquant; Pensamiento crítico y disolución de la doxa: entrevista con Loïc Wacquant; Antípoda, 2 (2006), pp. 43–50 (enero-junio)
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Published on 03/04/17

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